miércoles, 24 de marzo de 2010

Aspiraciones altas para mentalidad baja (Racing 0-0 Mallorca)

Cero cero. Algo que apuntaba a normal entre el peor equipo como local y uno de los peores como visitante. Pero estos son los puntos que se acabaran echando de menos. Uno de los mayores problemas de Manzano es que no sabe hacer rotaciones. Insiste con cosas injustificables, ya sean trivotes, titularidad de Josemi y Corrales o sentar a la gente de calidad como Jankovic, Jurado o Mattioni. A eso también se le suma que es un autentico inútil cada vez que hay partidos entre semana. Hace cambios incomprensibles, no se atreve a ir a por ninguno de los dos partidos y a lo sumo rasca un empate en alguno de ellos. Y no porque intente ir a por los dos… Es por ello, que como el mismo reconoce no es capaz de jugar unas semifinales de Copa y un partido de liga (¿Qué coño queréis aquí?). Aquella vez, por supuesto fue eliminado y sacó un empate en casa con un equipo que acabo descendiendo y que desperdició un 0-3. Sus brillantes alineaciones no sirvieron para nada. Como en el 2003 que con una de las mejores plantillas del Mallorca solo pudo ser 9ª. O aun más sangrante, cuando hace dos años, con el pichichi de la liga, 3 campeones de Europa, Arango, Ibagaza... fue 7ª y la Copa, nuevamente, prefirió tirarla, aunque él diga que le encanta el torneo. Las jornadas de liga entre semana igual...

El Mallorca se plantó en Santander con el único descarte de Julio Álvarez de los titulares. Dos de ellos, Nunes y Ayoze habían faltado el otro día, porque muchas veces la milonga de las rotaciones acaban sucediendo solas, por molestias y tarjetas. Manzano empezó a cambiar sus cosas. Vio que Mattioni había sido de lo más destacado la semana pasada y devolvió la confianza a su niño mimado, Josemi. Hoy nuevamente hizo su jugada de tarjeta roja en el 78 al dar un codazo a Arana. Muñiz Fernández no estaba atento (lastima). Sentó a Aduriz, al que ha mantenido en el campo durante tres meses sin marcar y rescato a Varela y Martí. Pero la consigna era clara. No había que volverse loco, ni atacar, ni siquiera darse prisa en los saques de banda. El empate era un buen resultado.

Y así fueron pasando los minutos. Tuvo el Chori un par de oportunidades que falló tras controlar mal (su peor partido del año posiblemente). También Víctor de cabeza desperdició dos ocasiones clamorosas en las que no llego a dar la pelota. Y el Racing probó suerte. Tchite, que según el comentarista lleva 11 meses sin marcar se marchó abucheado. No mete un gol ni en los arcos de la Vaguada y cuando consiguió rebasar a Aouate, salvó Ramis en la línea… La segunda parte, hubo movimiento de banquillos que no condujeron a nada. Mattioni, que existe una mentira extendida que debe ser extremo salió al campo en esa posición, sin exito. También Iván Bolado, aquel hombre que dejo al Mallorca sin UEFA en el evidente pacto Racing-Osasuna pero nadie iba a hacer moverse el marcador ni a hacer trabajar más que en balones colgados a Coltorti y a Aouate.

Por supuesto, las primeras declaraciones de Manzano han sido “Estamos contentos con el resultado” “lo que no sea perder es bueno” Mentalidad rastrera que pretende vender en Sevilla, Madrid, Valencia… el pobre Jiménez le meó este año dos veces, sobretodo hace unas semanas. Manzano allí no duraría 10 jornadas y más teniendo que jugar tres competiciones. La lástima, al igual que en 2007, echaremos de menos estos puntos perdidos por la cobardía del entrenador.